Te invito a una cálida y extensa conversación en mi cama. Porque ella no está destinada solo para encuentros apasionados y furtivos, ni para caer rendida en los brazos de morfeo... Mi cama es ese sitio apacible, protagonista de numerosos desvelos, de incesantes monólogos mentales y de algunas lagrimas fugitivas. Ha sido cómplice de crear junto a mi, historias impensables que solo terminan siendo episodios únicos de mi imaginación, y una que otras veces sirvió de refugio en mis momentos de reflexión.
Entonces simplemente acostémonos con la mirada hacia arriba, contemplemos libres ese techo estrellado, desnudemos nuestra alma y no tardemos en dar rienda suelta a las palabras.
